Musa Cíclica
Hernán Zúñiga Albán
La noche
con sus ángeles
de cristal oscuro
me anuncian
tu definitivo olvido.
Creí tener las llaves
de tu arcano afrodisíaco
y tropecé de bruces,
contra el sésamo de piedra.
El mundano aroma
de tu aura de musa
es amargo ahora.
El perro del hortelano
festina tus migajas
de ternura,
y se retira ladrando
con el rabo entre las piernas.
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