26.4.08

TZANZAS, REENCARNACIONES Y GALLINAS MUERTAS


Vivir a gallinero abierto
En el mundo de las relaciones no monógamas habitan muchos seres desconocidos, a saber:
 


Tzanzas propiamente dichas 
Con todo el respeto que tenemos por nuestras culturas originales, no encontré mejor imagen para designar amores muertos, que de alguna manera son trofeos de guerra como las ancestrales, aunque esta guerra se haya perdido. No hay nada peor que una tzanza mal cocida, no hay nada peor que una tzanza mal cosida. Si queda cruda se pudre y apesta; si esta mal cosida se desparrama toda por ahí.

Piense en el orden que cuelga sus tzanzas.

Reencarnaciones
Ahora bien, cuando una tzanzita bien chévere reaparece por ahí, se asoma al gallinero, uno le hace cuarto aparte y se agradece a si mismo por haber subsanado karmas inútiles, si los hubiere, y poder volver a disfrutar de su compañía.

Tzanzas Matagallinas
Ahora sí entramos en terrenos más escabrosos. Cuando te rezan mal, aunque sea desde la inconciencia más absoluta, se te empiezan a morir las gallinas, llámense estas amores, prospectos o incluso proyectos de vida, de un orden más cotidiano, no tan sagradas como las cosas que estamos hablando aquí.

Por eso hay que tener cuidado de lo que se dice y con lo que se hace, no sea que una tzanza mal “coscida” te apeste el gallinero, sobre todo cuando en este no hay peajes ni aduanas. Y se es capaz de reconocer el lugar que, en la cadena alimenticia, uno ocupa.

Teniendo en cuenta los propios rezos expresados, callados e ignorados.